LA HISTORIA DE TÓFOL Y EL R12
Publicado: 15 Nov 2010, 08:46Abro este post para colgar la historia que contó Tófol en la concentración de Murcia. Seguramente ya es conocida por muchos foreros, pero para los que no, ahí queda eso.
Gracias Tófol, por las risas...
Ahí va:
Os voy a contar una que no se si la he puesto alguna vez en este foro:
Una vez me fui de marcha a un lugar llamado Puerto Portals, que es el Puerto Banús de Mallorca, el lugar mas pijo de la isla, vamos. Y fui con mi Golf G60, que por aquel entonces era casi nuevo (unos 2-3 añitos tendria).
Tras aparcarlo vi como venía hacia mi, con grandes aspavientos y sonidos guturales intraducibles, un póngido vestido de Trablisa. Cuando estuvo a mi altura me dijo (gritando, los seres como ese no saben hablar) que allí no podía aparcar.
Yo le dije que porqué por favor, pues ese era un aparcamiento público, a lo que el primate me contestó que con ese coche ahí no se podía aparcar (el resto de coches que había eran de Mercedes para arriba).
Le contesté que ese era un sitio público y que no pensaba quitar el coche, a lo que el mandril contestó que el coche lo quitaba porque lo decía él y con eso sobraba.
De reojo pude ver que dicho sujeto estaba con dos especímenes de su misma especie, pero de sexo femenino, por lo que estaba claro que estaba marcando su territorio y demostrando el tamaño de sus apéndices gonadales.
Como que ya se estaba echando mano a la porra y tenía la vena del cuello bastante hinchada, entendí que si era necesario darme un porrazo para demostrar a sus hembras que él era el jefe lo haría (o que si no me reventaba a mi el que lo pagaría sería mi coche), asi que decidí quitar el coche y aparcarlo fuera de su vista, regresando entonces el individuo a continuar el palique con sus congéneres.
Al dia siguiente comenté a unos amigos lo que me había pasado y casi me fusilan por haber cedido a las amenazas del gorila antes citado. Y lo siguiente fue planear la venganza: le montamos la baca a mi R12 y sobre ella cargamos un par de colchones viejos y un carrito de bebé aun mas oxidado que el propio R12, y en el maletero metimos una vieja lavadora que encontramos en un descampado. Lógicamente, gracias a la excelente "forma de flecha" del maletero del R12, el capó no cerraba por lo que hubo que atarlo al parachoques trasero, quedando a la vista una buena parte de la lavadora, efecto que era el deseado.
Por la noche nos encaminamos de nuevo a Puerto Portals, ocupando el "redose" el menda y otros tres amigos de parecido tonelaje al mío y mayor masa corpórea. Llegando al lugar nos aseguramos que el orangután del dia anterior estuviera presente y ante sus narices aparcamos el arredose entre un M5 y un Aston Martin. Lógicamente "Rambo" vino inmediatamente hacia nosotros emitiendo los mismos movimientos y sonidos del dia anterior, solo que esta vez se encontró con cuatro sujetos bajándose del semoviente amarillo ese y con cara de "mientras le pegas a uno los otros tres te van a dar hasta en el epigastrio", con lo que bajó el volumen de sus gritos mientras le cambiaba el semblante, muy especialmente cuando el amigo Tomeu le ponía 20 duros en la mano y le decía "vigilame el coche, no sea que me roben la lavadora".
Prometo que el papión ese estuvo un buen rato inmóvil mientras nos alejábamos, y que hallamos el coche tal cual lo habíamos dejado.:mepart o:
Gracias Tófol, por las risas...
Ahí va:
Os voy a contar una que no se si la he puesto alguna vez en este foro:Una vez me fui de marcha a un lugar llamado Puerto Portals, que es el Puerto Banús de Mallorca, el lugar mas pijo de la isla, vamos. Y fui con mi Golf G60, que por aquel entonces era casi nuevo (unos 2-3 añitos tendria).
Tras aparcarlo vi como venía hacia mi, con grandes aspavientos y sonidos guturales intraducibles, un póngido vestido de Trablisa. Cuando estuvo a mi altura me dijo (gritando, los seres como ese no saben hablar) que allí no podía aparcar.
Yo le dije que porqué por favor, pues ese era un aparcamiento público, a lo que el primate me contestó que con ese coche ahí no se podía aparcar (el resto de coches que había eran de Mercedes para arriba).
Le contesté que ese era un sitio público y que no pensaba quitar el coche, a lo que el mandril contestó que el coche lo quitaba porque lo decía él y con eso sobraba.
De reojo pude ver que dicho sujeto estaba con dos especímenes de su misma especie, pero de sexo femenino, por lo que estaba claro que estaba marcando su territorio y demostrando el tamaño de sus apéndices gonadales.
Como que ya se estaba echando mano a la porra y tenía la vena del cuello bastante hinchada, entendí que si era necesario darme un porrazo para demostrar a sus hembras que él era el jefe lo haría (o que si no me reventaba a mi el que lo pagaría sería mi coche), asi que decidí quitar el coche y aparcarlo fuera de su vista, regresando entonces el individuo a continuar el palique con sus congéneres.
Al dia siguiente comenté a unos amigos lo que me había pasado y casi me fusilan por haber cedido a las amenazas del gorila antes citado. Y lo siguiente fue planear la venganza: le montamos la baca a mi R12 y sobre ella cargamos un par de colchones viejos y un carrito de bebé aun mas oxidado que el propio R12, y en el maletero metimos una vieja lavadora que encontramos en un descampado. Lógicamente, gracias a la excelente "forma de flecha" del maletero del R12, el capó no cerraba por lo que hubo que atarlo al parachoques trasero, quedando a la vista una buena parte de la lavadora, efecto que era el deseado.
Por la noche nos encaminamos de nuevo a Puerto Portals, ocupando el "redose" el menda y otros tres amigos de parecido tonelaje al mío y mayor masa corpórea. Llegando al lugar nos aseguramos que el orangután del dia anterior estuviera presente y ante sus narices aparcamos el arredose entre un M5 y un Aston Martin. Lógicamente "Rambo" vino inmediatamente hacia nosotros emitiendo los mismos movimientos y sonidos del dia anterior, solo que esta vez se encontró con cuatro sujetos bajándose del semoviente amarillo ese y con cara de "mientras le pegas a uno los otros tres te van a dar hasta en el epigastrio", con lo que bajó el volumen de sus gritos mientras le cambiaba el semblante, muy especialmente cuando el amigo Tomeu le ponía 20 duros en la mano y le decía "vigilame el coche, no sea que me roben la lavadora".
Prometo que el papión ese estuvo un buen rato inmóvil mientras nos alejábamos, y que hallamos el coche tal cual lo habíamos dejado.:mepart o:
